La formación científica alimenta esa curiosidad y aporta a los alumnos una serie de conceptos, aptitudes para la vida y opciones de futuro profesional que les serán de gran valor.
La ciencia ayuda a los niños a comprender y valorar el mundo en que vivimos
A través de la ciencia, los alumnos aprenden a plantear hipótesis, recopilar información, probar supuestos, consultar investigaciones previas, buscar patrones, comunicar los hallazgos a los compañeros, escribir artículos, hacer presentaciones y llevar a cabo nuevas pruebas. Estas habilidades son cruciales para su posterior evolución satisfactoria en la escuela y el mundo laboral.
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